Marruecos acusa a España de permitir la entrada del líder del Polisario con «identidad falsa»
La hospitalización de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en España sigue tensando las relaciones entre Madrid y Rabat. El Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí ha vuelto a advertir sobre la “grave” crisis actual entre los dos países a través de un comunicado. En la nota también insta a España a no “minimizar el impacto” de la situación actual.
“La actitud de algunos funcionarios del Gobierno español, prejuzgando la reacción marroquí y minimizando el grave impacto en las relaciones no pueden ocultar esta deplorable situación”, declara el Ministerio. Brahim Ghali ingresó en un hospital de Logroño el 22 de abril por dificultades respiratorias después de contraer el coronavirus. Desde el Gobierno de España se ha justificado su estancia hospitalaria “por razones humanitarias”, tal y como informó la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.
El líder polisario tuvo que usar una falsa identidad ya que la justicia española lo acusa de violaciones contra los derechos humanos. La ministra también ha declarado acerca del tema judicial, asegurando que, si la justifica entiende que Ghali debe comparecer, “el Gobierno no se interpondrá”.
Sin embargo, a Marruecos no le han convencido los motivos “humanitarios” expresados por Laya. “Las consideraciones humanitarias no pueden explicar la inacción de la justifica española cuando está debidamente informada de las denuncias documentadas”, señala el Ministerio de Exteriores marroquí. Ghali está acusado de presuntos delitos de detención ilegal, torturas y crímenes de lesa humanidad. El comunicado también hace hincapié en la “usurpación de una identidad falsa”, pidiendo explicaciones a España.
El reino también se muestra disgustado por la postura de España después de acoger al líder saharaui. El Gobierno marroquí señala que las autoridades españolas no informaron a sus homólogos marroquíes sobre el traslado de Ghali y que se enteraron por la prensa. Marruecos considera esta actitud como “premeditada” y asegura que “sacará todas las consecuencias” de ello.
El comunicado finaliza aludiendo a las relaciones bilaterales entre España y Marruecos. Para el Ministerio la preservación de estos lazos es “una responsabilidad mutua que se alimenta de un compromiso permanente para salvaguardar la confianza mutua”. También ha recordado “la cooperación frutífera y los intereses estratégicos” de ambos países.
No es la primera vez que Marruecos reprende a España por su comportamiento durante la “Operación Ghali”. En abril, después de su acogida en un hospital de Logroño, el país norafricano expresó “su decepción hacia este acto”, al que calificó como “contrario al espíritu de paternariado y buena vecindad”. Hace unos días, Naser Burita, ministro de Exteriores, aseguró durante una entrevista con Efe que todavía está esperando “una respuesta satisfactoria y convincente” por parte del Ejecutivo español sobre el caso Ghali. Asimismo, se preguntó si España “desea sacrificar” su relación bilateral con Marruecos por este suceso.
Burita acusó a España de preferir coordinarse con “los adversarios de Marruecos”, en alusión a Argelia. El Gobierno argelino es el principal aliado del Frente Polisario y su máximo apoyo contra Marruecos. El presidente Abdelmadjid Tebboune ofreció asistencia médica a Ghali antes de ser trasladado a Logroño. El ministro marroquí ha comparado esta situación con el independentismo catalán. Burita señaló que Rabat rechazó “todo contacto e interacción” con los líderes independentistas, mientras informaban a sus “socios” (españoles). También recalcó que cuando los separatistas pedían que los recibieran en el Ministerio, “exigían” que alguien de la Embajada española estuviera presente. “Con los socios no se maniobra por la espalda”, subrayó.
El ministro también aprovechó la entrevista para criticar al Frente Polisario. Burita aseguró que mientras sus dirigentes tienen derecho a un avión particular y asistencia sanitaria, la población “secuestrada” no tiene ni mascarillas ni gel hidroalcohólico. Burita hace un llamamiento a España y recuerda de qué se le acusa a Ghali. “Es un violador que toleró la esclavitud, la tortura, los crímenes de guerra, los niños soldados”, recalcó el ministro. Burita considera que España conoce estos delitos, pero cierra los ojos ante las “atrocidades” de Ghali.
El Ejecutivo marroquí no ha sido el único que ha reprochado a España su comportamiento con Ghali. La Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) solicita a la Audiencia Nacional la inmediata detención del líder del Polisario. Esta organización espera que Ghali no eluda “la acción de la justicia” y que responda por los presuntos delitos cometidos contra la población saharaui disidente en Tinduf. La Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (ACAVITE) también ha pedido a la justicia española que actúe en el caso Ghali. Por otra parte, El Fórum Canario Saharaui ha rechazado la presencia del líder polisario en España.
Las críticas al Gobierno de España por su trato a Ghali han llegado también desde el Parlamento Europeo. Tomáš Zdechovský, un eurodiputado democristiano checo recriminó a España que haya dejado entrar a Ghali. “Esto va en contra de nuestros valores y principios”, declaró el político.
La Audiencia Nacional ha programado para el 1 de junio la comparecencia de Ghali, aunque fuentes jurídicas han informado a Efe que dudan que puedan llevar a cabo el interrogatorio debido al delicado estado de salud de Ghali.